viernes, septiembre 23, 2011

Problema de restaurants

A uno le gusta hablar
mirando a los ojos
pero también quiere tener
al otro al lado.
Si nos sentásemos
frente a un vidrio espejado
¿comeríamos con nosotros?
¿o con nuestras imágenes?
Me gusta que me pidas
que me siente al lado tuyo
como me gusta que me mires
al fondo de los ojos.
Me doy cuenta de algo parecido:
no me interesa ser lindo
nada más quiero que me digas "lindo".
Entiendo todo cuando me mirás
al fondo de los ojos,
donde nace tu reflejo
de mi lado.