"Debemos dispensarle duro dictamen donde dejemos designadas distinguidas diabluras de diferentes delincuentes, demostrando dicha decencia desmerecida, desvista, desterrada, desde décadas derrotistas" dijeron distinguidos diputados derechistas, decididamente.
David Dominguez, despojado, desamparado, desolado, del depósito de dementes desalojado, debe destino de dignamente declarado decente. Deliberadamente desocializado, despojado de dinero, de derechos; duerme despreocupado donde dejanlo descansar.
Del diario debieron despedirlo dados diferentes dogmas dioscesanos. Declarado destructor de decrépitos demonios, detectó diablillos, declaran; derritió duendes, declaman; deliró del divino deleite dispensado de dichas devotas destrezas, deducen.
Dicen dispensaba dinero del diario, debitado durante dionisiacos domingos. Durante dichos disfrutaba de damas deliciosas de dientes dorados (divas deseadas durante descansos). Desgraciadamente dejó divulgar demasiados detalles, dijeron de David deshonras difamantes, devinieron despido definitivo, desmoralizante.
"¡Debió detener dicho delincuente desempeño, doctor Donizetti!" dijo Dora Dumont, dueña del diario del domingo de Dolores.
-Demasiados desvaríos dejaron despacharsele, debieron dictaminar dichos delitos después- dirimió defectuosamente Diego Donizetti.
Durante dias decretó dolor David, dispuesto, divino, dulcemente destruido, después de deliberarlo decidió declararse demente, dejando derechos de dolorense digno.
Deshoras dilatáronse... Dificilmente David Dominguez diferencie, después de díscolos días de desertor, descenlaces diáfanos de deprimentes. Definitivamente deja detrás ''Donostía'', depósito de dementes.
02-02-04 (sigo reeditando hits)