Un rey resbalándose con una precisión envidiable por una de mis extremidades. ¿Brazo? ¿Pierna?... Brazo, casi que me juego a que es el derecho. ¿Por qué no te buscas una hoja, hermano? ¿Qué delicioso placer podés encontrar en babearte encima de mi humanidad?
Me mira, no lo veo pero sé que me mira, con esa corona ocular, patriarca de los moluscos, me mira y me escupe el pecho, me aprieta el corazón, ya siento su burbujeante saliva en cada aurículo, cada ventrículo.
Un rey en mi cuerpo mientras tomo sol, un rey que me aterra pero no hago nada, no porque sus secresiones me paralicen, no por el respeto a su majestad; sólo por la seguridad de que el asco seguirá aunque no haya bicho alguno. Un rey. Un rey cuyo gobierno está extendido sobre mi piel y que puede caer bajo un solo dedo. Un rey vulnerable al sol de otoño que apenas me tuesta, pero invencible frente a mi fuerza de voluntad. Un rey lento y despiadado, trémulo, inescrupuloso, dispuesto a guillotinarme si no me quedase quieto. Un rey muy seguro, que no sospecha.
Un rey... no más.
Una cruz en mi brazo, donde una vez reinó un terror de antenas de oro. Y dos gotitas sobre la cruz, que no son de baba sino de mis ojos plebeyos que lloraron a Su Alteza.
05-11-04
(entrada #50)
Me mira, no lo veo pero sé que me mira, con esa corona ocular, patriarca de los moluscos, me mira y me escupe el pecho, me aprieta el corazón, ya siento su burbujeante saliva en cada aurículo, cada ventrículo.
Un rey en mi cuerpo mientras tomo sol, un rey que me aterra pero no hago nada, no porque sus secresiones me paralicen, no por el respeto a su majestad; sólo por la seguridad de que el asco seguirá aunque no haya bicho alguno. Un rey. Un rey cuyo gobierno está extendido sobre mi piel y que puede caer bajo un solo dedo. Un rey vulnerable al sol de otoño que apenas me tuesta, pero invencible frente a mi fuerza de voluntad. Un rey lento y despiadado, trémulo, inescrupuloso, dispuesto a guillotinarme si no me quedase quieto. Un rey muy seguro, que no sospecha.
Un rey... no más.
Una cruz en mi brazo, donde una vez reinó un terror de antenas de oro. Y dos gotitas sobre la cruz, que no son de baba sino de mis ojos plebeyos que lloraron a Su Alteza.
05-11-04
(entrada #50)
2 comentarios:
Mi mas sentido pesame Don verde , cualkier cosa q necesite , digame.
Ahora sos el chico verde... bueno... me infiltre, desde tu pasado escribo para decirte que me gusto tu escritura del presente, y mas aun xq no deja ver mucho entrelineas... sin mas que saludos
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