jueves, octubre 17, 2013

Extasis peronista

Es posible que tales potencias hayan sobrevivido...
hayan sobrevivido a una época irrecuperable
donde la conciencia se manifestaba,
quizá,
bajo cuerpos y formas que ya hace tiempo
se retiraron ante la marea de la historia...
formas de las que sólo la poesía y la leyenda
han conservado un fugaz recuerdo
con el nombre de dioses, monstruos o
seres míticos de toda clase y especie...

J.P. Lovecraft (sic)

"Si Evita viviera
sería montonera"
rezan las masas
famélicas de conducción.
¿Pero es que los espíritus
no pueden también
tener afiliaciones políticas?
¿No hay seres del inframundo
y criaturas celestes
pergeñando estrategias
para la confrontación última?

Así lo creyó aquel que dio a los hombres
las 20 tablas de la verdad,
el trabajador primigenio,
el antiguo que duerme en San Vicente,
de aquel que supo qué era mejor
entre decir y hacer
entre prometer y cumplir.
 
La dignidad del hombre,
el despertar de ese monstruo infinito
llamado Pueblo y
el bautismo de ese otro monstruo
llamado Movimiento,
hablan de una trascendencia superior
que solo se encuentra en la unión.
El don que nos dio el justicialismo
es el de encantar y animar
a un Estado que originalmente
ya era visto como un monstro antidiluviano
y que solo aquí
en estas pampas
podemos reificar como un ente piadoso y ubicuo
que nos abraza a todos.

El primer sacerdote de la iglesia peronista
fue Lopez Rega.
Sobre el cadaver de la virgen
inflamó por primera vez los ritos
que hoy todos reproducimos.
No hay brujos sin iniciados
y gracias al ritual de la carne
-¿y qué otra cosa nos ha movido, compañeros,
durante todos estos años,
sino el agasajo en las tripas de las tripas
en orgiástica reunión,
qué otro motor para el sentimiento
de las masas que irrigan las avenidas
hacia la Plaza de Mayo
en cada manifestación de afecto?-
gracias al ritual de la carne
no se lavó ningún pecado
sino que fue escrita
nuestra condena al éxito.

No neguemos nuestra hubris peronista
no renunciemos a nuestras tautologías inquebrantables
no reneguemos de nuestros cajones incendiados
no subestimemos nuestra amor por los símbolos
no olvidemos las pintadas, los cuerpos sudorosos, la lluvia y el paraguas,
no olvidemos a mi tío Heraldo que cantaba la marcha cuando izaban la bandera en el colegio y eran años de proscripción
no olvidemos la rebeldía
ni ocultemos nuestra barbarie
porque esa fuerza es la que nos salvará del olvido de la historia.

Me pregunto si habrá otra lengua
para decir "sí"
que no sea peronista.
Me pregunto si habrá otra forma
de prender el carbón
sin invocar al Prometeo de la UOM.
Me pregunto si habrá otra forma
de celebrar misa sin pensar
en quién trajo el vino
y quién trajo el pan.
Me pregunto si habrá una verdad
más allá de la fe...
y el dogma me dice que sí
que sí la hay
que la única verdad
es la realidad.

1 comentario:

Rocio dijo...

Mis padres me han pasado la pasion por la política, y también por el peronismo por eso trato de ver en internet distintos artículos referidos a este partido. Cuando no estoy leyendo en casa las noticias políticas y de actualidad, suelo divertirme con mis hermanitos con la ps2