martes, marzo 15, 2011

Cada uno está preso de su propia imaginación

aunque esté más convencido
con cada día
de que jamás podría ser alguien
que haga sus propias galletitas
y de que mi futuro
está necesariamente vinculado
con quien conozca el horror
de quedarse despierto porque sí
hasta las cuatro
seguís apareciendo en mis sueños
y te sigo queriendo besar
sin querer
pero queriendo

1 comentario:

Ombligo Verde dijo...

Yo te puedo enseñar a hacer pan y pizza, y no me quedo despierta hasta tarde pero puedo ponerte pelis. Y claramente no tengo ganas de besarte y viceversa, pero puedo pagarle a algunas amigas de mi hermano para que lo hagan.

De cualquier manera, espero que este sea el último poema, como la última gota de agua bendita sobre Rosemary y pim, se concrete el exorcismo y empieces el largo pero inexorable camino de la preciosa resignación. Te espero en el cruce del camino, con mates y mantita, a ver si nos dejamos de joder y nos ponemos a escribir de verdad sobre todo este horror.

Siempre con mi incondicional cariño y admiración.