martes, octubre 16, 2012

Andrea Capellanus not dead



Dicen que el amor
se inventó en el medioevo
como marca de distinción.
El caballero robusto
en su pesada armadura
deja por un segundo su espada
manchada de sangre de la punta a la empuñadura
y se arroja al suelo a llorar por la dama
a la que llama su Señora
a la que así convierte en su dueña.
Quizás no fue la primera vez que
coincidieron dolor y belleza.
¿Habrá existido un amor verdadero
antes del olvido y del sacrificio?
¿Existirá alguna vez uno
que no sea sinónimo de renuncia?
¿Valdrá la pena formar ejércitos
construir fortalezas
escribir poemas
arrancar cabezas
traicionar
morir
por uno así?

¿Los hombres del futuro
despreciarán nuestro amor
lo considerarán bárbaro
terrible
esclavo
implacable?
¿Se preguntarán cómo la vida
podía girar en torno a ese delito?
¿Nos compadecerán
por estúpidos e ignorantes?
Nunca escuché conmovido
la historia de un enamorado
con el que no me sintiera identificado;
¿es el amor ese saber
que fuimos iguales
en el fracaso?
Una chica me dijo que no extraña a su amado
pero que a veces cierra los ojos
recuerda al amor
y siente volcanes dentro suyo.
Si el amor existe sólo como nostalgia
como recuerdo
los eruditos guardarán el amor
en un anaquel de la historia
y lo sacarán para hacer sentir mal a unos cuantos
por un rato
y lo volverán a guardar convencidos
de que los hombres del pasado
estábamos equivocados.
¿Cómo comunicarnos el placer en esta pérdida
el día que no quede un hombre
que ame así de errado?
Me arrancaría los cabellos
tras la vitrina de un museo
si eso garantizara
la vida de nuestro amor esclavista.

Amar es equivocarse todos los días
empecinarse en aguantar
perdonar lo imperdonable
contentarse con lo más pequeño
burlarse de los que saben
que somos idiotas
que insisten en que dejemos el amor para otros
que quizás alguno resuelva esto en algún momento
que hay experimentos prometedores
hay avances
en cualquier momento se acaba este amor de suicidas
pasado de moda
no vale la pena enroscarse
ya lo cambian
aguanten.
Pero ellos no aceptan la necedad
que hay en el amor
el saber que no hay que…
pero sí
imposible resistirse
imposible no jugarle otra ficha
al próximo dolor
al próximo abandono.

Si sólo fuera una cuestión del cuerpo
¡qué fácil!
diecinueve amores al mismo tiempo,
cualquier día.
Si sólo fuera una cuestión de besos
de compartir un gusto de helado
de saber dormir en la misma cama.
¡Hipócritas!
no se hacen cargo
del verdadero peso de haber amado
de conocer la tradicional e insidiosa insania
detrás de cada caricia
de saber que todo sería tan fácil si..
pero no
mejor joderse
con tal de amarse
con tal de mantener un rato más vivo
este traspié histórico
este exceso de cortesía
este bozal de chacales
esta mancha tan bella
en el desastre de lo humano.

http://chicoverde.blogspot.com.ar/2010/11/un-error.html

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me encantó.
Gustavo

Mizelmar dijo...

de puta madre!
me gustó mucho, pero mucho

me enamoré