sábado, noviembre 03, 2007

700 años debe durar la maravilla

Gárgolas petrificadas en los techos de Buenos Aires. Los escultores enviados por el gobierno central tenían la misión de derribarlas y erigir monumentos a los caudillos del antiguo Imperio del Litoral, derrocado por el monarca anterior. Como toda revolución, la actual creaba sus ídolos. El pueblo cegado pasó a reconocer a los tiranos de antaño como los salvadores de la nación que resistieron hasta cuando sus barrigas doradas soportaron la opresión del ejercito rojo. Durante los primeros diez años la alfabetización sucumbio. La cultura de masas fue sólo masa. Masa fofa pendiendo de sus vientres peludos, reaccionarios. El primer gran gordo (el general Falucho) fue terminado a los 25 años, el día de la Revuelta. Los gordos adelgazaron al tercer año de la lucha, creciendo sus colmillos, despuntando sus garras, floreciendo la alas, justo para el siglo del hombre bestia.

27-10-07

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