En el fondo de mis sueños
estás vos,
mirándome.
Recién a la cuarta
o quinta
pesadilla
aparece finalmente
tu rostro
mirándome.
Alcanza para despertarme,
y mantenerme varias horas
preocupado
distraido
pensando en cosas
que no,
mejor no.
Yo necesito caricias
pero tus manos
desde hacía un tiempo
tenían garras
ya no se puede seguir sangrando.
Todavía
desde adentro
rasgas desde adentro.
martes, diciembre 07, 2010
Desalojo
Publicadas por chicoverde a la/s 9:43 a.m.
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