lunes, diciembre 13, 2010

Me doy cuenta de que no puedo ser como Séneca

Séneca dice que el suicidio le está permitido al sabio
pero sólo cuando éste ya no teme a la vida.
"La muerte no debe ser un escape sino una decisión"
algo así dijo un profesor
de una materia que dejé por razones varias.
Deberíamos acordar para la soledad una máxima parecida
pero la mayoría de las veces nos sorprende
y es inevitable en realidad
que siga ocurriendo así.
Como soy algo senequiano
con frecuencia pensé en la muerte de la relación
pero nunca conseguí templanza
y al final no me sirvieron de mucho
mis ejercicios estoicos;
será que no soy filósofo.
El consuelo es que como poeta
se me permite la vida en la muerte:
por un rato aunque sea seré un fantasma
y mi espectro va andar flotando por los restaurantes
armando versos con sopas de letras
y los niños no entenderán
y apenas una moza va a mirarlos de refilón y pensar en un viejo amor
o quizás en filosofías.
Voy a montar casualidades
para que mis amigos vivos las registren
y se rían
y lloren un poco pensando que yo me reiría.
Le voy a dar escalofríos
a las jóvenes con vestido
y si tienen cerca algún amigo
les levanto la pollera.
Voy a ordenar las publicidades
para que digan cosas ridículas
y a intervenir graffittis
para que declaren amores inexistentes.
Se pueden hacer muchas cosas
como poeta de ultratumba
y habría que pensar ahora
para no improvisar
pero
en todo caso,
lo que sé es que
si el filósofo aconsejaba
durante el camino
ir observando a la muerte
para ir acostumbrándose,
el poeta va mirando la gente pasar
se detiene en las plantitas que brotan de las baldosas
y pasa la mano por las paredes de las casas
hasta que se la choca cuando ya es tarde
y una vez que pasa del otro lado
sin entender bien
tuerce la cabeza
y se queda mirando a la vida
ahí cómo se va alejando
¿y volverá?
lo piensa un rato mientras mira
hasta que sabe que no
y sigue mirando.

1 comentario:

Alejandro dijo...

Me gustó, che. Sobre todo porque hice Medieval con vos, y leí ese texto de los estoicos.

Séneca se terminó suicidando. Dato interesante.

Me gustó eso de de "El consuelo es que como poeta se me permite la vida en la muerte". Y me gustó la imagen del poeta como alguien que mira la vida alejarse y contempla, y esa pregunta, "¿y volverá?" parece encerrar el carácter nostálgico del poeta.

Frente a la finitud y el miedo a la muerte, algunos callan su melancolía con filosofía y ejercicios para la muerte (por eso la filosofía angustia) , otros, en cambio, frente a esa misma finitud, se convierten en poetas. Otros en alcohólicos. Otros, las dos cosas.

¡Abrazo!
Ale.

Ps.: te leo siempre che.
Ps.2: por si no sabés quién soy: До свидания, друг.