Un viejo piadoso que toda su vida quiso ser un ave consigue finalmente que su deseo sea concedido. Levanta vuelo y experimenta la felicidad más pura; pero enseguida se da cuenta de que debe alimentarse a base de instectos y la idea no le agrada. Ve a los bichos y su nuevo apetito de pájaro le hace desearlos, pero sus viejos reflejos humanos lo contienen. Cuando supera el asco y empieza a hacerse a la idea de comerlos, se da cuenta de que siente lástima por los insectos, porque ahora que es pájaro resiente la facilidad con que los hombres depredan a los animales y también entiende que está mal que los animales se coman entre sí. ¡Cómo no pensó nunca de esa manera acerca de las aves y los insectos! Vive angustiado, aunque poco tiempo.
jueves, febrero 02, 2017
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