Un tipo tira un frisbi contra el viento, que lo devuelve suavemente a su mano. Ni bien lo arroja, la mano tendida deja en claro cuán ansioso está por su regreso a la vez que goza por dejarlo volar y saber que volverá. En esa distancia, en ese lapso, lo ama. El viento también lo ama, por eso le devuelve el frisbi.
jueves, febrero 02, 2017
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